Hoy nos acompaña Ana María Martínez, artista plástica e ilustradora junto a Natalia Rojas del juego de mesa Wingspan de la editorial Stonemaier Games y editado en España por Maldito Games.
¿Cómo fueron tus inicios como ilustradora de juegos de mesa y trayectoria profesional?
Esta pregunta la voy a responder al revés…es decir, cómo ha sido mi trayectoria profesional y mis inicios como ilustradora de juegos de mesa.
Yo soy artista, es decir, estudié toda la carrera profesional de Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia. Allí me inicié cómo artista, desarrollando un gusto particular por realizar mi obra mediante el dibujo y el grabado, especialmente grabado. Cuando me gradué, trabajé algún tiempo creando algunas piezas para poderlas exhibir y vender al público. Sin embargo, para mí fue muy difícil dedicarme solamente a esto, debido a la inestabilidad económica y el poco flujo de compra que hay de arte en Medellín. Decidí dedicarme a la docencia en colegios y luego en centros de desarrollo infantil.
Paralelo al trabajo, me seguí formando, tomando cursos de ilustración científica y acuarela. Más adelante comencé la maestría y, a raíz de que me había quedado si trabajo, emprendí una empresa llamada Nature Canvas la cual se dedicaba a la venta de dibujos de mascotas y animales sobre lienzo. En esta iniciativa se me sumó mas adelante Natalia Rojas y juntas realizábamos dibujos para este fin. Más adelante Alan Stone descubrió lo que realizaba Natalia como artista por medio de su esposa y, un día en el parque, mientras sus hijos jugaban, él le preguntó sobre su trabajo. Ella le habló sobre éste y también sobre Nature Canvas, sin saber que Alan pertenecía a Stonemaier Games.
En una conversación muy natural, Alan le comentó que su empresa tenía la intención de diseñar un juego de mesa sobre aves y estaban buscando a algún artista para esta labor, preguntándole si estaría interesada en participar. Natalia me consultó esta gran propuesta a la que ambas decidimos que sí, poniéndonos en contacto con Alan quién, a su vez, nos puso en contacto con Jamey Stegmaier. Mediante algunos correos, éste nos preguntó sobre nuestras capacidades como dibujantes y también como artistas que supiéramos el manejo de lo análogo a lo digital. Se realizaron varias pruebas y, finalmente, después de 7 meses, Jamey nos aceptó como ilustradoras para Wingspan.
Así es como inició mi trayectoria como ilustradora de juegos de mesa, pues realmente no he diseñado ningún otro pero que, por supuesto, espero que Wingspan sea la puerta que me abra a muchas posibilidades dentro de este mundo.
Eres una de las responsables del arte del juego de mesa Wingspan. ¿Cómo ha sido su proceso creativo y qué peculiaridades o anécdotas puedes contarnos?
Wingspan ha sido un largo vuelo, con muchas corrientes de muchas índoles…
El proceso creativo ha sido desde diferentes frentes. Nuestra participación ha sido principalmente la creación de las ilustraciones para las cartas. Desde un principio, nuestro estilo gráfico se ajustó a la referencia que nos dieron para las ilustraciones, el cual fue John James Audubon. Natalia realizó una búsqueda exhaustiva sobre los mejores fotógrafos de aves de Norteamérica, teniendo la posibilidad de que hiciéramos la mejor de las representaciones de cada una de las especies, buscando la mejor posición del ave que mostrara sus características pero que, a su vez, también mostrara su gracia, elegancia y armonía. También buscamos en la composición que los elementos que acompañan a muchas de las aves le sumaran y resaltaran su belleza. Realmente nos ocupamos, en la medida de lo posible, de que cada dibujo fuera toda una pieza de arte.
Anécdotas hay tantas que no me alcanzaría todo el espacio de la entrevista para contarlas….las que más recuerde son las que han sido las más significativas para mí.
El primer dibujo hecho por mí fue el el Atlantic Puffin (Fratercula arctica). Lo hice con mucho miedo, pues no sabía bien cómo sería el resultado final y, hasta hoy en día, es uno de mis favoritos.
Yo al principio dibujaba con un papel que se llama durex en 180g. y juraba que era el mejor papel del mundo para hacer este tipo de procesos. Natalia, desde su distancia, dibujaba con otro al que nunca le presté atención. Sin embargo, cuando ella vino a Colombia, trabajar con ese papel por primera vez, me hizo ver el cielo y los ángeles porque fue espectacular… Realmente cuando Natalia vino, me trajo muchas herramientas de Estados Unidos que aquí no se consiguen que me ayudaron mucho a dibujar.
Otra de las anécdotas que recuerdo mucho fue cuando vino Natalia. Fue exactamente a finales de noviembre del 2017 y recuerdo que el 30 de ese mes, estábamos en mi casa trabajando durante la noche. De repente comenzamos a escuchar un concierto al fondo de música rock y las dos que nos moríamos de ganas por ir…fue tantos que, finalmente paramos de hacer lo que estábamos haciendo y nos fuimos para allá y allí recibimos diciembre con buena música y un par de cervecitas.
Otro recuerdo es que, en ese diciembre, nuestras citas para trabajar eran en la noche y, antes de comenzar, subíamos al parque, nos comíamos unas buenas empanaditas y luego nos disponíamos a dibujar… Otras noches fueron acompañadas por alguna que otra copita de vino para hacer nuestro trabajo más ameno…jajajajajajaja
El primer ave con iridiscencia que hice fue el Purple Martin (Progne subis) y para ese compré marcadores y colores de texturas brillantes. Luego de muchos ensayos y errores, finalmente fue un asunto más de luces y sombras con los mismos lápices de colores y el resultado, para mí, fue bastante bueno.
Para la Purple Gallinule (Porphyrio martinicus) buscábamos que la imagen mostrara a esta ave caminando sobre el agua, debido a que es algo muy característico. El asunto es que tuve que usar como 3 imágenes y fusionarlas en una y, para mi gusto, es una de las más bellas que he hecho porque también tenía el reto de pintarle las patas pero también el agua, y siento que logré muchas cosas con ella.
Recuerdo que Natalia y yo nos dividíamos las imágenes según nuestros gustos e, íbamos dejando las más malucas para dibujar al final. Finalmente quedó la Greater Prairie Chicken (Tympanuchus cupido) y el Wild Tukey (Meleagris gallopavo) y, mediante una rifa, yo terminé dibujando el primero que menciono y Natalia el segundo.
Algo muy significativo que me llamó mucho la atención fue la calidez y apoyo de Jamey. Cada que hacíamos una entrega de una tanda (Batch) de dibujos, él siempre nos felicitaba y nos comentaba cuáles eran las que más le habían gustado. Su respeto y profesionalismo. Nunca hemos recibido ni una sola mala palabra o mal trato por parte de él. Nunca nos devolvió un dibujo porque a su parecer estuviera mal. Esto me sorprendió mucho porque aquí en Colombia, las experiencias que he tenido con algunas personas para las que trabajé fueron muy de sometimiento, del abuso laboral, de la tiranía, la soberbia y con él fue (y ha sido) algo muy humano y muy especial.
De las anécdotas más bonitas que siempre quedarán impregnadas en mi, son las de las reacciones de las personas al comienzo, cuando escribían en el grupo de Wingspan lo mucho que les gustaba las ilustraciones…hay varios patallazos que tengo guardados de los comentarios que hicieron… me movieron tanto…y hoy en día, cada uno de ellos me sigue causando la misma emoción.
A nivel general, la anécdota más significante en todo este trayecto ha sido la construcción de una verdadera amistad, que se ha visto envuelta de alegrías pero también de retos y de muchas dificultades que tienen las relaciones humanas cuando se ven en conflictos, situaciones de estrés, puntos de diferencia diferentes… lo hermoso es cómo lo hemos podido hablar, solucionar y crecer con esto…cómo se ha fortalecido nuestra relación de compañeras de trabajo pero más aún, de amigas.
Pregunta de los seguidores: ¿Sientes que tu creatividad se limita a la hora de tener que ajustarse al formato de una carta, tablero, reglamento… de un juego de mesa?
Siento que depende de la persona quién te contrata para realizar la labor. Por ejemplo, a nosotras nos dijeron que se trataba de unas ilustraciones de unas aves con nuestro estilo gráfico, nos dieron una lista y ya. Elizabeth si nos hizo sugerencias, pero nosotras tuvimos todo el tiempo la libertad de desarrollar las imágenes como queríamos. Lo mejor es que, cuando hacíamos las entregas de los dibujos, no habían reproches de que el ala no le gustó así o que el pico lo que querían de cierta manera, etc. Es más, de las 180 cartas que hicimos para el juego base y de las 80 que hicimos para la Expansión de Europa y de las 80 para Oceanía, no hemos tenido ni un solo reclamo de este tipo. Entonces, nos hemos sentido con mucha libertad en la creación de las imágenes porque confían en nuestro trabajo y es muy a la línea de lo que ellos quieren.
Hay otras empresas que le exigen mucho a la persona que contratan para el desarrollo de un tablero, de cartas, etc., porque realmente lo que quieren es que se haga exactamente lo que la empresa quiere, que prácticamente les leas el pensamiento y translades eso al papel, limitando la creatividad del artista… o bueno, esas son muchas de las experiencias que viven los freelance en Colombia y que, supongo, pasará también en la industria de los diseños de juegos de mesa.
¿En qué proyectos te encuentras actualmente?
En este momento precisamente estamos comenzando con las ilustraciones para la siguiente expansión de Wingspan, lo cual me toma el 100% de mi tiempo.
Para acabar, ¿nos recomiendas un ilustrador?
Les recomiendo a un artista e ilustrador el cual tiene todo mi aprecio y admiración: Alejandro García Restrepo
Me siento sumamente feliz y agradecida con participar de esta iniciativa.
(Todas las imágenes cedidas por Ana María Martínez)